La profunda fe y el empeño del domingueño, Emilio Arias, embajador de Costa Rica en Guatemala, permitió que las basílicas de Santo Domingo Guzmán, y la de Nuestra Señora del Rosario en Guatemala, se hermanen, lo cual implica un intercambio cultural y religioso entre ambos pueblos.
“Por primera vez en la historia de Costa Rica y Guatemala se celebra el hermanamiento entre basílicas, este acto reviste un significativo interés religioso y cultural que une dos naciones hermanas en la fe y en las más hermosas tradiciones religiosas”, comentó Emilio Arias.
La firma del documento de hermanamiento se realizó en la basílica domingueña luego de una misa solemne, donde se entregó como obsequio por parte de la Basílica de Guatemala un aguar de terciopelo bordado con hilos de plata, que vistió la imagen de la patrona de Guatemala, hace 25 años. También la imagen del Nazareno recibió una cabellera elaborada por el artista Gabriel Luca.
Y en marzo estará viajando un grupo de peregrinos a Guatemala para la develación del mural de la Virgen de los Ángeles en la Basílica Nuestra Señora del Rosario, elaborado por los artistas Silvia Sánchez, y Eduardo Méndez, el primero de su tipo en Guatemala, lo que contribuye a propagar la fe en la “Negrita”.
El hermanamiento permitirá aprender diferentes técnicas de arte sacro y cultura de ambos países, destacando la tradición guatemalteca donde son elaborados muchos de los mantos para vestir las imágenes en otras partes del mundo. También destacan por sus andas para las procesiones y el arte de alfombras religiosas.
Para ese evento peregrinarán 50 costarricenses, entre ellos doce jóvenes del grupo de Andas de Santo Domingo de Heredia, podrán conocer los talleres guatemaltecos donde se elaboran las andas procesionales, y adquirir conocimientos para compartir y poner en práctica en Santo Domingo.
“Esta celebración marca el hermanamiento, más que un acto debe ser un elemento de fe, nos hace hermanos en virtud de la caridad de Cristo lo que nos compromete a orar los unos por los otros, a sentir como nuestra la hermana República de Guatemala, a sentir como nuestra la otra basílica de Santo Domingo, la otra comunidad de fe para compartir alegrías, gozos, esperanzas y también momentos de dolor”, indicó el párroco domingueño, Víctor Hugo Fernández.