La planta de pretratamiento de aguas residuales del complejo del hospital México concluyó, este viernes, su etapa constructiva e iniciará mañana la fase de operación, la cual tiene una duración de un año y seguirá a cargo de la Dirección de Administración de Proyectos Especiales (DAPE) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La ingeniera Paquita González Haug, directora de la DAPE, explicó que este es uno de los esfuerzos institucionales que pretenden reducir el impacto ambiental del funcionamiento de la CCSS. Esta iniciativa responde también al cumplimiento de la Política Ambiental de la Caja, alineada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La ingeniera explicó que el proyecto pretende conectar con la planta de tratamiento Los Tajos del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA), a través de un sistema de tuberías y rejillas para la retención de sólidos gruesos. Esta obra consta de dos partes: la primera es un sistema de rejillas automatizadas, y la segunda que es un sistema de rejillas manuales, las cuales captura los sólidos gruesos que no son retenidos en la primera parte.
González dijo que esta planta de pretratamiento permite que las aguas negras de todo el complejo hospitalario tengan mejor calidad, así la CCSS cumple los requisitos para que puedan ingresar al emisario metropolitano y luego a la planta de tratamiento Los Tajos.
El proyecto tiene un costo de 255 millones de colones y hace un pretratamiento a las aguas del Hospital México, del Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), la Clínica Oftalmológica, el Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social (CENDEISSS), así como de otras unidades institucionales ubicadas en la Uruca.
La planta está diseñada para tratar un caudal de 50 litros por segundo y proyecta entre 40 a 100 kilos de sólidos removidos por día. Entre los sólidos gruesos que más captura son ropa, trapos, guantes, mascarillas, restos de comida entre otros.