La macabra escena fue encontrada por amigos de la familia asesinada la madrugada de este lunes en Buenos Aires de Puntarenas, quienes al no lograra contactarlos durante todo el día, decidieron ir al lugar donde la familia se dirigió a realizar un trabajo, sin imaginar que encontrarían la muerte.
Según la información preliminar César Quesada de 44 años, y su hijo Daniel Quesada, de 20 años, eran mecánicos y fueron contactados por un estadounidense de apellido Sandusky para ir a reparar una maquinaria agrícola a su finca en Buenos Aires.
Para hacer el trabajo se desplazaron el sábado, hasta la finca, ubicada unos 4 kilómetros adentro de la calle principal, sobre una calle privada. Los acompañó Alina Villareiva de 41 años, maestra y esposa de César Quesada y madre del joven.
Así como otro hombre identificado preliminarmente con los apellidos Borbón Muñoz de 38 años y una mujer de apellidos Zúñiga Rodríguez, de 40 años, quiénes en apariencia, irían a ayudar con los trabajos.
Por razones que aún son investigadas por las autoridades, varios sujetos ingresaron a la propiedad del estadounidense aparentemente para robar, dado que la vivienda principal estaba registrada y localizaron algunos artículos tirados que en apariencia eran parte del botín.
Se desconoce porqué la violencia extrema, que llevó a asesinar -en apariencia- a balazos, a todos los que se encontraban en el lugar, tanto el propietario Sandusky, como los trabajadores y la familia que viajó con ellos.
Además de las heridas de bala, los cuerpos fueron quemados, excepto el cuerpo de Borbón Muñoz, que se ubicó a la par del tractor que iban a reparar, cubierto con llantas, le habían lanzado algún acelerante, pero no se había quemado.
La versión preliminar que manejan las autoridades es que el sábado el estadounidense contactó a Quesada Cascante para que realizara la reparación la maquinaria en su propiedad y en la mañana del sábado se trasladaron a la finca para hacer el trabajo.
Después del mediodía los familiares de ellos vecinos de Pérez Zeledón perdieron contacto con ellos y en la noche, como no regresaron a sus viviendas, se preocuparon porque no era usual que se ausentaran sin comunicarse, así que fueron a buscarlos al sector donde sabían que iban a realizar el trabajo.
Fue así como a eso de la medianoche encontraron los cuerpos sin vida de las seis personas y de inmediato avisaron a las autoridades, quienes se desplazaron para proteger la escena.
Personal de la Medicatura Forense que incluye especialistas de Inspecciones Oculares y recolección de indicios, unidad canina del OIJ y otros especialistas forenses se trasladaron hasta el lugar para realizar el levantamiento de los cuerpos y realizar la investigación de la escena, a fin de recabar la mayor cantidad posible de elementos que permitan determinar las causas de muerte y las circunstancias que mediaron en los crímenes.