Los fumadores de cigarro tienen la costumbre de lanzar las colillas en cualquier lugar, aceras, parques, playas, orillas de ríos, sin detenerse a pensar en lo que esto implica para el ambiente.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud alertó que el mundo genera entre 340 y 680 millones de kilos de residuos procedentes de la industria del tabaco y las consecuencias de esto afectan no solo a los consumidores de cigarros sino al planeta.
Así surgen campañas a nivel mundial para darle un adecuado tratamiento a las colillas de Los restos de una única colilla son capaces de contaminar hasta diez mil litros de agua a su paso, según un estudio alemán publicado en 2014, y tardan hasta 12 años en desintegrarse.
Surge así una iniciativa a nivel mundial para dar un adecuado tratamiento a estos desechos, y la Municipalidad de Heredia se sumó a estas iniciativas al colocar 90 basureros para colillas de cigarro, como parte de un plan piloto para promover la salud en espacios públicos y el cuidado del ambiente.
El informe de Ocean Conservancy afirma que las colillas contaminan los océanos de manera similar a los plásticos y su presencia está por encima de residuos como envoltorios, botellas, tapones y bolsas de plástico. El estudio denuncia además que las colillas no solo contaminan las aguas, sino que también son ingeridas por error por los peces y otros animales. Al final, el ser humano consume los peces que ya absorbieron parte de las sustancias químicas tóxicas que contienen los cigarros.
La Municipalidad de Heredia también instaló 35 basureros para heces de perro, con el fin de que quienes salen a caminar con sus compañeros de cuatro patas, recojan las heces y las depositen en estos basureros, y contribuir así a tener las áreas públicas limpias.