Con casi 200 años, el templo de la Inmaculada Concepción en el centro de Heredia es una joya que se ha ido deteriorando por el paso del tiempo, ha resistido en pie sismos y terremotos, pero el de Cinchona le causó serios daños a la estructura.
Es por ello por lo que, desde entonces, las autoridades de la Iglesia iniciaron la tramitología para lograr las autorizaciones y recursos para reforzar la edificación de 198 años, que al ser patrimonio no puede tocarse sin los permisos de la Oficina de Patrimonio.
En la anterior administración el diputado del PAC Henry Mora consiguió que se aprobara una partida para el reforzamiento del templo, pero no fue hasta hace unas tres semanas que se concluyó el proceso y ya fue dejada en firme la contratación de la empresa a cargo de las obras.
La tercera etapa es la parte arquitectónica que vendrá después, incluirá la ornamentación de los pisos del presbiterio, las imágenes, e idealmente las pinturas del cielo raso que queremos ver si se pueden rescatar, porque les han pasado algunas manos de pintura blanca a lo largo del tiempo, pero lo más importante es esta fase de reforzamiento, porque desde el terremoto de Cinchona el templo quedó muy comprometido, se ve en las torres, los contrafuertes, la fachada principal y en general todas las paredes estaban sumamente comprometidas con daños estructurales importantes.
Durante los seis meses o más que tarden los trabajos de reforzamiento, los servicios religiosos no se verán afectados, durante las horas de las misas, así como hora santa y cuando haya funerales no se realizarán labores dentro del templo.
Y no se trabajará los sábados por la tarde ni los domingos, para no afectar las celebraciones.
¿Qué se va a hacer?
Los trabajos tienen como propósito reforzar la estructura que se ha visto afectada por los terremotos y sismos sufridos por la provincia en dos siglos.
Alrededor de toda la estructura se está haciendo una zanja la cual será rellenada con concreto de manera que sostenga desde abajo la edificación de piedra, que por el estilo de construcción de la época no tiene cimientos.
También realizarán trabajos para evitar que las aguas pluviales socaven la estructura y para mejorar las aceras que rodean el templo.
También se eliminará la pintura blanca del templo para devolverle su color natural de piedra y así la joya histórica volverá a lucir como dos siglos atrás, cuando los primeros pobladores de Heredia la edificaron.
Queda pendiente una tercera etapa qué prácticamente devolverá la belleza original al templo Herediano.
En esta etapa se incluiría volver a colocar mármol al piso del presbiterio, como era originalmente y tratar de rescatar las pinturas del cielo raso, aunque los Heredianos más jóvenes no lo recuerden, el cielo raso tenía hermosas pinturas que fueron cubiertas luego por pintura blanca.
La historia del templo
“La primera piedra se colocó en 1797, se fue armando por partes, se terminó en 1820, y fue afectado por varios terremotos, en los años 1820 uno muy fuerte, y en los 1850 también tuvo otra afectación, y se hizo una intervención importante, la cual por los hechos de 1856-1857 se suspendieron, pero se retomaron en 1860 con una ola grande reforzamientos. Tiene vigas de metal, que suponemos son de esa época, porque se vio la necesidad de amarrarlo, sostenerlo para que no se cayera, se terminó de construir en 1880”, explicó el padre e historiador FernandoVílchez.
La obra estuvo completa entre 1803 y 1810, no hay certeza histórica de la misma, pero sí de la consagración en 1880, y de cómo los hombres que regresaban de la campaña del 56 acudían a él para agradecer por haber sobrevivido.
“Nuestro templo fue consagrado ya debidamente concluido, con las columnas, cielo raso, y la ornamentación como lo tenemos aquí el 18 de marzo de 1880. Y en los años 40 y 50 se hicieron trabajos en el presbiterio, fue cuando le colocaron terrazo, que no corresponde al templo original, por eso el proyecto es reconstruirlo con mármol, y lo mismo con el bautisterio, colocándolo donde corresponde sin dejar que siga siendo la capilla del Santísimo. Arquitectónicamente, las dos obras más importantes están pendientes”, explicó el padre Vílchez.
