La violencia en nuestra sociedad es sin duda una de las problemáticas que se deben abordar para mejorar la convivencia. Es claro que, el retorno a las aulas ha implicado una serie de cambios para los estudiantes, y que a su vez han representado retos; añadido a esto se encuentra la importancia del rol docente en este proceso.
Es evidente que la violencia en los centros educativos está presente y han buscado propuestas para que se aborde esta problemática. Sin embargo, en este texto voy a referirme a aspectos específicos que nos competen a todos, sin afán de buscar culpables, sino con la intención de crear conciencia al respecto, ya que es una situación que debe preocuparnos a todos como sociedad.

Para iniciar, considero que es necesario conocer un poco acerca del concepto autismo. De acuerdo con la neuróloga Quijada (2008) el trastorno espectro autista es una disarmonía en el desarrollo de las funciones cognitivas superiores e independiente del potencial intelectual inicial. Los estudiantes que presentan este trastorno tienen dificultades en áreas como el lenguaje e interacción social, además de intereses restringidos y repetitivos. Esta misma información es respaldada por el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica, en un documento redactado por el departamento de Asesoría Pedagógica. En ambos escritos, se define el trastorno y se plantean sus características.
En el TEA existen tres niveles o categorías, que van a depender de las características individuales de cada estudiante. Para conocer esta información, se debe realizar una prueba aplicada por un neurólogo o neurodesarrollista. Los grados se clasifican en: grado 3 en el que se “necesita ayuda muy notable”, grado 2 “necesita ayuda notable” y grado 1 “necesita ayuda”.
Teniendo conocimiento de esto, es importante posicionarnos en la realidad de los docentes de nuestro país. Probablemente, existan docentes que han recibido la capacitación idónea para trabajar con estudiantes autistas, y brindarles así la atención y apoyo que requieren. Sin embargo, no es la realidad de todos, ya que en su mayoría los docentes no están capacitados y este es uno de los motivos por los que el trabajo interdisciplinario es fundamental. Al existir un trabajo conjunto entre docentes de educación básica, preescolar, especial, psicopedagogos, entre otros, se pueden mejorar las condiciones en las que se va a desenvolver el estudiante, proporcionándole las condiciones y oportunidades más acertadas y pertinentes para su desarrollo integral. Si, por el contrario, no existe este trabajo interdisciplinario, va a ser un reto para el docente y estudiante, y tomando en cuenta el contexto y realidad de nuestro país, si las condiciones socioeconómicas de las familias no son las mejores, no tendrán la facilidad para pagar por su parte a los especialistas que les puedan apoyar y acompañar en el proceso.
En nuestro país existen grupos organizados, que buscan hacer visible la realidad de los estudiantes, y brindan orientación y apoyo a sus respectivas familias, pues es un proceso que requiere de mucho esfuerzo, pero no únicamente de los estudiantes, sino de las familias también. Por lo tanto, como docentes o personal que labora con niños y niñas, la comunicación y trabajo en equipo con las familias de los estudiantes es tan importante. Las familias son nuestros mejores aliados, ya que nos pueden brindar mucha información y recomendaciones de los estudiantes.
Como sociedad, es importante tener en cuenta que la sensibilidad, empatía y respeto son pilares fundamentales para una sana convivencia. Por lo tanto, refiriéndonos específicamente a la realidad de las personas autistas, es importante que como sociedad seamos respetuosos, empáticos y sensibles a su realidad, ya que como se menciona anteriormente, existen tres grados y cada uno requiere de ayuda, pero esa ayuda muchas veces se traduce a evitar ponerles barreras, que es una conducta que tenemos como sociedad, pero que también tenemos la intención de mejorar por el bienestar de colectivo.
Por lo tanto, es una realidad que los estudiantes autistas requieren de ayuda, pero más allá de esto, el respeto y empatía son la ayuda más significativa que podemos brindar como sociedad, para mejorar la convivencia a nivel general. Pero los invito a que todos nos informemos acerca de lo que es el autismo, para que hagamos de nuestra sociedad, una sociedad cada día más inclusiva, sensible, empática y respetuosa.