El Almacén Tres Américas fue uno de los primeros que abrió en Heredia, y en 1893 Julián Zumbado Martínez, se lo compra a Santiago Rodríguez, y allí inicia la historia de lo que hoy es Vidrios Tres Américas, así como otros negocios de tradición herediana que se desprenden de la herencia de don Julián, que repartió entre sus ocho hijos, para que cada uno lo sacara adelante.
Vidrios Tres Américas es propiedad de dos nietos de don Julián: Allan y Luis, el mayor y menor de los hijos de Allan Zumbado, quienes dieron un giro a la tradición, al comprar el negocio a su padre, cuando él decidió retirarse para descansar, luego de una vida de trabajo.
¿Cómo inicia Vidrios Tres Américas?
Mi abuelo Julián Zumbado Martínez compró el Almacén las Tres Américas que era como un comisariato donde se vendían abarrotes, materiales de construcción, ferretería, de todo, no había nada más en Heredia prácticamente, ahí nace el negocio familiar de donde se desprendieron diferentes ramas para que sus siete hijos tuvieran negocios independientes, como Abarrotes ZR, Materiales Z y Ferretería Almacén Tres Américas que lo administraron mis tíos Freddy y Olman y mi papá Allan.
Freddy tomó su parte y puso el negocio Fábrica Centroamericana de Niples, y quedó Olman y Allan en la Ferretería, existía la parte de importación porque mucho producto se importaba y se vendía al por mayor, con el tiempo se pusieron de acuerdo y se dividieron Olman tomó la parte de importación y venta al por mayor y le cambió el nombre a Super Ferretera y papá quedó con las Tres Américas, donde estaba el departamento de vidrios.
¿Cómo se vincula usted, ya de tercera generación, a la empresa?
Como el mayor de los hijos varones, siempre estuve apoyando a papá en las vacaciones y el tiempo libre, y cuando salí del colegio, tenía 18 años, papá me dijo que me hiciera cargo de la vidriera, era abrir desde las 7 de la mañana, cerrar a las 5 de la tarde e ir a la universidad de noche. Me hice cargo de la Vidriera por siete años. Cuando mi otro hermano varón salió del colegio entonces papá me dijo que yo asumiera con la parte de mayoreo de la Ferretería que él quería reabrir y a mí me tocó iniciarlo, mientras mi hermano Francisco se mantenía al frente de la vidriera. Y cuándo se graduó Luis el menor, entonces papá lo mandó a él a la Vidriera, y me pidió a mí que le ayudara con la administración de la Ferretería, ahí estuve por varios años, hasta que me aparece la oportunidad de ir a trabajar a Canadá y me fui con mi esposa e hijos pequeños poco más de un año. Pero antes de irme había una parte de la ferretería que no se estaba ocupando y le planteó a papá convertirlo en dos locales y alquilarlos. A raíz de eso llegó una oferta para alquilar todo el edificio, al que le guardábamos un gran cariño porque fue donde iniciaron todos los negocios de la familia que fueron creciendo con el empeño de cada uno. Luego de valorarlo, decidimos alquilar el edificio.
¿Y al volver de Canadá asumió nuevamente la vidriera?
No, al volver de Canadá decidí continuar por cuenta propia y no en los negocios de la familia, porque había tenido la oportunidad de pasar más tiempo con mis hijos y mi esposa, en los negocios familiares no hay horario, no hay salario, si alcanza para pagarse bien, y sino no. Si tiene que seguir trabajando en las madrugadas debe hacerlo, no hay horario para el dueño de una empresa, entonces regresé y busqué trabajo en una empresa aparte. Me gustan mucho las ventas y trabaje en Grupo Monge en el área de ventas de LG electrodomésticos por ocho años y después me llamaron a una entrevista para dirigir un departamento de ventas de Nokia, cuándo eran los líderes, antes de la apertura de telecomunicaciones, cuando solo el ICE vendía las líneas de celulares. Fue una experiencia muy interesante porque iba a aplicar toda la experiencia que había adquirido en ventas, iba a liderar un departamento con una marca líder en el mercado, fue un reto muy bonito.
Pero como al año mi papá nos dijo que se iba a pensionar definitivamente y que debía tomar una decisión sobre quién seguiría con el negocio de los vidrios, porque mi hermano Luis se asoció con el taiwanés que alquiló el local de la ferretería para exportar madera a China y el que quedaría era Juan Pablo, el menor que no tenía la experiencia para administrar solo el negocio. Es cuándo yo le propongo a papá comprar el negocio para seguirlo como mi propio negocio no seguir como empleado de la familia, sino comprar el negocio de la familia, mi hermano Luis se ofrece a que lo compremos a medias y entonces nos asociamos él y yo.
¿Qué tan complicado es manejar una empresa familiar?
Trabajar en un negocio familiar es muy complicado porque todos son dueños, pero a la hora de trabajar no todos trabajan igual, todos no piensan igual, el carácter de cada uno es diferente. Considero que se tiene que nombrar un líder porque si no todos tienen la opinión y no funcionaría, eso es uno de los principales problemas que tienen las empresas familiares y hacen que desaparezcan.
Precisamente cuándo adquiero la vidriera con mi hermano, para evitar esas circunstancias buscamos una asesoría con una persona que ayuda a la administración de empresas familiares, ellos hicieron un estudio de las actitudes de cada uno y eso nos ayudó a dividir las labores del negocio y hemos sacado la tarea muy bien.
¿Qué estilo particular le dieron al negocio cuando ya fue de ustedes dos?
Son cambios internos, no hacia afuera, porque los servicios que prestábamos se siguen dando, pero, por ejemplo, antes se compraban los productos ya elaborados, a partir de ese momento compramos la maquinaria y la materia prima y capacitamos al personal para tener un departamento de fabricación de puertas y ventanas, hace 4 años abrimos un segundo local enfocados al por mayor, porque en un solo espacio fabricábamos, vendían al detalle y al por mayor. Se ubica por el parque de los Ángeles, frente a Central de Mangueras.
¿Cómo ha cambiado el mercado del vidrio en todos estos años?
Ha cambiado mucho porque todo va enfocado al presupuesto de la persona que está construyendo, conforme esté mejor la economía la gente construye más y se da sus gustos en la ventanería, porque hay mucho color de vidrio y de aluminio y hay sistemas. Existen 4 tipos de ventanas corredizas, está el sistema convencional el más económico, el intermedio que viene con ciertas mejoras más hermético para el polvo y el ruido se mueve menos cuándo le pega el viento y está el sistema premium que es el europeo, es más grueso, el aluminio más elegante y los accesorios también. Y el sistema PVC que se usa mucho en Estados Unidos y Canadá, ese es el que los extranjeros buscan cuándo se vienen a vivir acá y construyen, porque es el sistema más hermético para aires acondicionados. Nosotros fabricamos todos los sistemas, antes se tenía que comprar, pero cuándo decidimos ser fabricantes iniciamos con el convencional y el intermedio, no habíamos iniciado en premium porque no se conseguía la materia prima, pero logramos una muy buena negociación con Macopa y abrieron el mercado para 5 o 6 negocios en el país para capacitarnos, vendernos la maquinaria que es muy específica y suplirnos el material para que pudiéramos competir en el mercado. A nosotros nos escogieron para Heredia.
¿Qué es lo más buscado en Heredia?
El vidrio y el aluminio lo que más se vende, los accesorios por reposición.
¿Lo más extraño que le han pedido?
Como ven todo por internet quieren cosas extrañísimas, nosotros hacemos techos de vidrios, pero nos han pedido un techo de vidrio corredizo, o dimensiones de puertas y ventanas muy grandes, y no piensan que el material debe entrar a la casa, no puede ser un solo paño, porque hay un máximo de medidas de acuerdo con los perfiles y rondines por seguridad como por garantía de los productos, porque si el peso es mucho los rondines se van a dañar. A veces quieren forrar una pared en espejo y lo desean en una sola pieza, pero no piensan que el espejo tiene que pasar por la puerta principal, subir las gradas y ¿cómo mete ese espejo a la casa?