A sus 29 años Valeria Aguilera, abogada de profesión, vio como su vida dio un giro con la pandemia, ya que sus clientes cerraron operaciones y, por ende, no requerían sus servicios, y la preocupación la invadió, por lo que conversando con su madre empezaron a buscar opciones para continuar.
“Mi trabajo más que nada era la parte patronal y en marzo a lo que me dediqué fue a despedir gente, a suspender contratos, cerrar empresas, esas fueron mis asesorías, fue muy difícil, en abril fue un mes cero para mí. Nunca en mi vida había declarado en cero, tenía unos ahorros, empecé a llamar a bancos para suspender pagos, algunos aceptaron otros no, lo ahorrado se fue en los que no aceptaron, a final de mes le dije a mi mamá ocupo hacer algo, porque ya de verdad, no había ni para comida”, comentó.
Su madre que siempre ha sido su apoyo es una enamorada de las plantas le sugirió hacer una huerta para su patio, y así nace Huertas Urbanas CR, un emprendimiento que ofrece huertas en cajas para las personas que no tienen espacio, pero requieren un pasatiempo que, además, les sirve para la cocina.
“Pensamos en las personas que no tienen patio y no podían tener la ventaja de tener una huerta, y así se nos ocurrió hacerlas en cajones, busqué un cliente que también estaba sin trabajo y me hizo los primeros cajones para probar, plantamos las matitas y esa misma noche hice la página de Facebook y comencé a ofrecerla a los vecinos y amigos y ese mismo día se vendió la primera”, comentó Valeria, quien es una mujer de mucho empuje.
Ella misma se sorprendió de la reacción tan positiva que hubo, ya que muchas personas las buscan para los adultos mayores que están en la casa y no tienen pasatiempo porque no pueden salir, y con las huertas se entretienen cuidándolas, además es excelente para las habilidades motoras.
También están entre sus clientes madres que desean que sus hijos bajen el estrés de estar en la casa, y les asignan la huerta para que la cuiden, así ellos van desarrollando el amor por las plantas, al verlas crecer.
Ofrece variedad de opciones de manera que la huerta sea al gusto de la persona, por ejemplo, para el Día de la Madre hicieron cajones florales, era un hermoso arreglo floral que no perdería su belleza en una semana, sino que al cuidarlas las plantas seguirían regalando sus flores para alegrar la casa.
Y para el Día del Padre prepararon cajones parrilleros con plantas especiales para adobar carnes, como perejil, albaca, tomillo, romero, orégano, cebollino, lo necesario para dar el mejor sabor a las carnes y con una frescura inigualable.
También ofrecen un cajón de hierbas medicinales como menta, yerba buena y lavanda. Además, elaboran las huertas al gusto del cliente, van desde los cajones pequeños hasta huertas de 200 plantas.
“Ha sido una terapia realmente, porque ahorita no es un secreto que pasamos con mucho estrés mental, ansiedad, frustración, incertidumbre y estar haciendo las huertas el contacto con la tierra es super relajante, es otra cosa. Después de junio empezó a levantar un poquito más la parte del Derecho, entonces me reparto un poquito en el escritorio y las huertas, si hay mucho en Derecho pido ayuda con la huerta a mi primo que también está sin trabajo, porque salió el colegio el año pasado y este año iba para la universidad”, comentó.
“Nunca imagine esto y creo que mi mamá tampoco, a ella siempre le gustaron las plantas y el gusto viene de ahí, pero yo chiquitilla le decía eso es monte, pero me gustó realmente, y los paseos de nosotras ahora son ir a los viveros y ver que inventamos”.
Afirma qué, aunque el trabajo en su área está recuperándose poco a poco, el proyecto de Huerta Urbana llegó para quedarse, incluso está en conversaciones con supermercados para ofrecer algunas de las presentaciones en la sección de plantas.