Café Brumas del Zurquí es una empresa costarricense productora y beneficiadora, con más de cien años de trayectoria en el cultivo del café que se ha ganado un lugar de preferencia en el paladar de los amantes del buen café con sus marcas Villa Sarchí, Geisha y Borbón
Los granos se producen en varias fincas en San Isidro de Heredia, y se puede adquirir el café tanto en grano como molido en la Plaza San Francisco, ubicada en el Servicentro Ecológico Labrador, en San Isidro de Heredia o mediante su sitio web cafebrumasdelzurqui.cr
Don Juan Ramón Alvarado Rodríguez y su familia de tradición cafetalera, fueron impulsores de los micro beneficios en el país, conscientes que era la forma de diferenciarse y obtener así un precio justo por los productos de calidad que cosechaban, y logran ganar premio Taza de Excelencia.
Cultivan variedades como Geisha el cual se exporta principalmente a Japón, donde se abrió mercado.
Quienes visitan el lugar para descansar de un viaje o disfrutar un buen café, se sorprenden al encontrarse rodeados de los sacos de café tostado listo para procesar, lo cual impregna el lugar de un aroma especial.
“Estamos dentro de una gasolinera que es un poco extraño, cuando las personas llegan acá ven que tenemos el tostador. Nosotros lo procesamos directamente en la finca acá con ese pequeño chancador, tenemos aproximadamente 10 camas africanas que es donde se seca el café naturalmente. Este año todo lo hicimos lavado, hay años que se decide dejar en natural, que es en fruta y ahí hasta que se seque”, comentó Nancy Alfaro, quien labora con don Juan Ramón.
Han trasladado su modo de producción a otras fincas de la zona, para guiarlos en un modelo de producción siguiendo los estándares de manera que su grano se pueda convertir en café de especialidad.
Cuentan con la certificación Esencial Costa Rica, un sello diferenciador que eleva los estándares de competitividad en el mercado local e internacional.
DE LA FINCA A LA MESA
Al lado de la cafetería, también se encuentra un restaurante con sello nacional, ya que tienen la política de dar prioridad a la producción nacional.
Incluso, la mayor parte de los ingredientes son recién cortados de la finca contigua, un proyecto que inició durante la pandemia para apoyar a los trabajadores con productos para consumir en sus casas, y se ha mantenido.
Allí se cultivan tomates, lechugas, hierbas aromáticas, cítricos y frutas. Incluso quienes deseen pasar a llevar sus propios vegetales para la casa pueden hacerlo, con precios muy accesibles.
“Es un solo dueño con cuatro empresas acá mismo, sería la gasolinera, el tostador, el restaurante y la finca, donde se produce libre de pesticidas. Actualmente tenemos más de tres años con ese sistema. En pandemia don Juan toma esa finca que era de café para sembrar cultivos y ayudar a los trabajadores, porque en ese momento la economía del país se vino abajo, pasada esa etapa se extiende esto ya como una visión empresarial de poder suplir a las personas que quieren hacer ese cambio en el sistema alimenticio y consumir productos libres de pesticidas”, detalla Nancy.
En la finca se elaboran compost con los desechos y se preparan bioinsumos para alimentar el suelo, lo que ha representado una disminución de hasta el 80% en los insumos.
“Las cáscaras de las frutas, todos esos desperdicios son aprovechados por nosotros, los transformamos en compost o bioinsumos, hacemos una economía circular”, agregó.